Una sonrisa bonita, blanca y sana es nuestra mejor carta de presentación. Por este motivo, muchos clientes acuden a nuestra clínica para hacerse un blanqueamiento dental cumpliendo así con uno de los propósitos del nuevo año.
Principalmente el blanqueamiento dental se hace por estética, pero hay que dejar claro que un blanqueamiento dental solo funciona en aquellos clientes que tienen una higiene dental adecuada, sino podría producirse el efecto contrario. Es decir, el paciente no puede tener caries, enfermedades periodontales ni una mala higiene. Es imprescindible hacer un buen diagnóstico previo y no crear falsas expectativas. Una vez que se hayan solucionado y desaparecido estos problemas, podremos realizar el tratamiento.
El blanqueamiento dental es un tratamiento de odontología estética que tiene por objetivo eliminar las manchas dentales y que adquiera una tonalidad más blanca y brillante.
Cuando hablamos de blanquear nuestros dientes, muchos pacientes nos preguntan si este tratamiento puede afectar directamente sobre nuestras encías. Un blanqueamiento profesional no daña las encías, pero si hay que tener especial cuidado con los tratamientos caseros ya que no tienen elementos para proteger esta parte de tu boca.
Los tratamientos blanqueadores producen sensibilidad dental al principio ya que, al hacer un pulido de los dientes, el producto utilizado penetra en capas profundas, pero desapareciendo al cabo de unas horas. El tratamiento no es doloroso, solo produce esta sensibilidad dental, pero es transitoria.
Durante las siguientes 72 horas al tratamiento hay que tener cuidado con no ingerir alimentos ni bebidas coloreadas que puedan manchar nuestros dientes. Hay que tener en cuenta que nuestros dientes se tiñen por nuestros hábitos alimenticios. Si en nuestra dieta habitual encontramos café y vino tinto, entre otros, es inevitable que nuestros dientes vuelvan a mancharse y con el tiempo volver a tener que repetir el tratamiento.
Dado el interés social por tener los dientes cada vez más blancos, los dentistas advierten que, aunque el blanqueamiento sea una técnica mínimamente invasiva, no es inocua para la salud y alertan de los riesgos de utilizar productos blanqueantes sin control. La legislación vigente establece que los niveles de concentración de peróxido de hidrógeno (el compuesto químico que más se utiliza para hacer los blanqueamientos) por encima de 0,1% solo pueden distribuirse a los dentistas siendo aplicado por ellos mismos en una clínica. Pese a la claridad de esta normal, el Consejo General de Dentistas de España ha denunciado reiteradas veces que hay productos con altas concentraciones de agentes blanqueantes que venden directamente al público siendo ilegal además de poner en peligro la salud produciendo quemaduras y alteraciones en las mucosas dentales.
Además, hay que ser realistas y dejarse asesorar por el dentista sobre la tonalidad de blanqueamiento que queremos tener en nuestros dientes. Unos dientes blancos como la tiza puede no ser estéticamente bonito y sobre todo, sano.
Si quiere blanquear sus dientes y conseguir una sonrisa bonita y atractiva, no dude en ponerse en contacto con nuestros especialistas de Sé Tú Clínica y le darán toda la información necesaria.